Es rara la mañana que no encontramos grupos de personas, de todas las edades, o gente escuchando música mientras camina o corre por este camino que deja Madrid a la espalda, para ir en busca de las crestas nevadas de la sierra norte. Y es que su perfil y distancia la hacen ideal para un paseo matutino, que llega a su punto culminante en el mirador de la Ermita de Remedios, desde el que contemplar una panorámica impresionante de la sierra norte.
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